domingo, 22 de enero de 2012


2 comentarios:

  1. Ya me gustaría que en tu propio blog, o sea, este, debatieras con amplitud y apasionadamente (y a mi juicio sesgada y erradamente) sobre el concepto de arte, pero lo haces en el mío, donde eres bienvenido, aunque sinceramente, te has excedido en acogerte a mi hospitalidad. Te has excedido precisamente en extensión. Y si lo piensas bien, te has beneficiado a mis visitas, que no a las tuyas, para mantener ese debate

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  2. “Al enseñarnos un nuevo código visual, las fotografías alteran y amplían nuestras nociones de lo que merece la pena mirar y de lo que tenemos derecho a observar”

    Esta frase de Susan Sontag, dejando al margen ese enigmático ‘derecho’, que no es la cuestión, se puede ampliar a cualquier imagen (y cualquier sonido/música), puesto que es obvio que tanto el gusto como el criterio, que no son lo mismo, se amplia y se perfecciona si se practica, y que no se puede apreciar un Miró desde el infantilismo genuino de un pastor de ovejas. Ahora bien, precisamente el desarrollo del gusto es lo que te permite asombrarte ‘mejor’ con las pinturas rupestres, y me atrevo a decir, que a salvar ese vado de siglos aún mejor. Precisamente eso, no tiene nada que ver con una evolución progresiva y una obsesiva búsqueda de la novedad; lo que evoluciona en todo caso es el gusto y el criterio, no el arte en sí, por eso para JM cierto arte le parece arqueología, aunque es obvio que lo que se ha quedado anticuado es el urinario de Duchamp y hasta su hombre bajando escaleras (que me encanta) y no Altamira

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