viernes, 12 de julio de 2013




Uno ha creído siempre que todos estos berrinches se deben a una mala toma de leche. Como dice mi mujer, al bebé le molestan los gases y debe eructar y tirarse los pedos que haga falta para dejar de llorar. Y tanto si llora.

Una explicación un tanto pueril que yo nunca he puesto en duda.

No obstante, y dada la insistencia del infante en mostrarse así de histérico, se lo pregunté a la pediatra: Qué son, en realidad, esos cólicos.

No lo sabemos a ciencia cierta, me dijo la doctora. Se cree que forman parte del proceso adaptativo del orgamismo ante el hecho de tener que ingerir alimento.

Me dejó un tanto meditabundo.

De modo que esa novedad le duele, esa brusquedad en la entrada a la vida. Acaso el resto, todas las histerias que vendrán, todas las fracturas futuras, sean solamente una prolongación de ésta.

4 comentarios:

  1. En ese caso, lo que hace tu mujer es ayudarle a la pronta adaptación. Y si usted colabora, mejor.

    Valeria

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  2. Buena respuesta lade la pediatra, probablemente cierta. Los mamoncillos lactantes (cachorros) de otros mamíferos también gimen, tanto pidiendo alimento como después de ingerirlo (monos, perrillos e,tc) Paciencia

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  3. Y viniendo del mundo acuático, preparados para cinco sentidos ordenados, la tarea es difícil, de ahí que tengamos que ser amorosos con ellos que aún no conocen las normas de la casa a la que han llegado. Trabajo a veces con niños especiales y son como esponjitas,pareciera que sus ojos lo expresaran todo, que lo supieran ya y tengamos que enseñarles una especie de camino de vuelta: adaptación.
    Divagaciones.

    Valeria

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  4. amorosos seamos

    gracias, Valeria

    Lans, feliz verano

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