domingo, 1 de septiembre de 2013

6 comentarios:

  1. Mi marido y yo tuvímos una tienda de discos en la C/ Arenal de Madrid y entre sus desechos yo acumulaba cosas como esta ¡Viva el Mambo!.
    El Spanish Caprice lo tuve en 78 rpm. y rumbitas muy sabrosas.

    Besitos.

    ResponderEliminar
  2. Respuestas
    1. No somos muy mayores, J.M.; es cosa de la perspectiva: tú nos miras desde muy abajo, pequeño.

      Eliminar
  3. Es que empezamos muy prontito a vivir, JM, jaja.
    Mi tienda tenía gran colección de viejos discos de vinilo (algunos de alto precio) que traiamos de Londres y California pero la llegada del CD cambió el mundo del coleccionismo y nos hizo cambiar de negocio. También íbamos por toda la geografía nacional con ferias del coleccionismo. Toda una experiencia para mí que tenía otro trabajo. Lo pasé genial y conocí muchas ciudades del suelo patrio, jeje.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si hubierais aguantado un poco os hubiera vuelto a pillar la ola de revitalización del vinilo, que, por cierto, en mi época nadie lo llamaba así, eso sí que es cosa de ahora, sino ‘elepé’

      Eliminar

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.