Veinticuatro de marzo
Levantar su pequeño cuerpo, pues ha caído en la cuna
Dormido en una mala postura
Ni siquiera se despierta
Solloza, se revuelve un poco
Y prosigue el sueño
Y a mí se me ablandan las entrañas
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Ternura masculina: irresistible...
ResponderEliminarMe recuerda a Cervantes: "" Los hijos son pedazos de las entrañas de sus padres, y así, se han de querer, o buenos o malos que sean, como se quieren las almas que nos dan vida".
ResponderEliminarY cuando son chiquitos, producen esa ternura que manifiestas con tanto cariño.