25
Un par de días después. Reaparece, misteriosamente, Marcos Benavent. Vestido de náufrago, en una playa alicantina. Entre tanto chalet de lujo, Marcos Benavent se ha construido una cabañita jipi, en la que ahora planta pimientos y lechugas.
En pocos meses, el otrora corrupto ha obrado una milagrosa transformación. Cabello largo, ropa dealiñada. Marcos Benavent ahora lee a Santa Teresa y practica yoga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario